Villa Carlos Paz conmemoró el Día del Síndrome de Guillain-Barré en memoria de Camila Liendro

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El 14 de septiembre, por ordenanza municipal N.º 6952, se conmemora en Villa Carlos Paz el Día del Síndrome de Guillain-Barré, en homenaje a Camila Liendro, cuya historia en la continua lucha por la humanización de la salud

Su madre, Adriana —presidenta de la Fundación Luz—, recuerda el camino recorrido junto a su hija y su famila y la importancia de garantizar una atención médica digna para todos los pacientes.

Hace seis años, la vida de la familia Liendro cambió para siempre. Camila, con apenas 14 años, comenzó a sufrir una inmovilidad progresiva que, en pocas horas, le impidió caminar. Ante la urgencia, su madre Adriana buscó ayuda médica inmediata. Sin embargo, lo que encontró fue desatención, negación y discriminación en un momento crítico.

“Ese día los profesionales de la salud no estuvieron para brindarnos la respuesta humana y médica que mi hija necesitaba”, recuerda Adriana. “Me negaron la posibilidad de un traslado en ambulancia y peor aún, me negaron la urgencia de su cuadro. Mi hija quedó paralizada en más del 90% de su cuerpo en menos de 12 horas, y sin embargo no hubo derivación, no hubo diagnóstico oportuno”.

Entre la incredulidad y la desesperación, Adriana tuvo que trasladar a su hija en su propio vehículo a otros nosocomios. Incluso así, recibió respuestas deshumanizantes: la derivación se postergó, se minimizó la gravedad y se sugirió esperar hasta el día siguiente para recién consultar a un especialista.

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“Esa falta de empatía y acción fue para mí una forma de discriminación y el momento crítico entre la esperanza de vida. Hoy lo digo con claridad: necesitamos luchar por la humanización en la salud. Está bien que un profesional no sepa sobre las enfermedades poco frecuentes (EPOF) y en particular del Síndrome de Guillain-Barré, pero lo que no puede pasar es que no se haga nada, que no se derive, que no se escuche al paciente y a su familia”.

La historia de Camila refleja no solo el impacto devastador del síndrome, sino también la deshumanización que aún existe en el sistema de salud. Por eso, desde la Fundación Luz, Adriana impulsa la toma de conciencia sobre el cumplimiento de derechos fundamentales reconocidos por leyes como la N.º 26.689 (Enfermedades Poco Frecuentes) y la N.º 26.529 (Derechos del Paciente), que garantizan un trato digno, acceso a información y atención médica adecuada.

“Camila nos dejó una huella imborrable. Su historia nos recuerda que detrás de cada diagnóstico hay una persona, una familia y un derecho a ser tratados con humanidad. En su memoria, cada 14 de septiembre, reafirmamos nuestro compromiso de acompañar y dar voz a quienes transitan este camino”, concluye Adriana.

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